2 de julio de 2010

Renovation [Parte 2]

Parece que escribimos de viernes en viernes y tiramos porque nos toca. La verdad es que estas vacaciones no han empezado con tan buen pie como yo me lo pensaba, pero bueno, vamos como podemos, pa' lante, como siempre. Por lo menos nos entretenemos viendo los partidos de la Selección en esa pantalla gigante que han puesto en la ciudad, o viendo los spoilers que distintas páginas nos ofrecen, o simplemente, playica y a vivir. Entre tanto, el equipo tiene un torneo entre manos y, como ya dije en el la primera parte de Renovation, necesito mazo nuevo. Veamos como evoluciona la cosa.



Tras mucho pensarlo, tras hacer cuentas en los diferentes sitios y mirar todos los precios habidos y por haber, tras haber intentado por mil medios diferentes conseguir la mayoría de las cartas sin gastar demasiado, he llegado a la conclusión de que aquel mazo negro de Vampiros que quería hacerme es imposible para mi y para mi bolsillo en estos momentos. Casi hundido, sentado en la silla de mi escritorio, miré hacia abajo y, ¿que encontré? Una de mis 2 Deck Box. Estaban 2 compañeros de equipo, amigos de toda la vida, en mi casa y, tras verme aparecer con la caja, quedaron extrañados. ¿Que va a jugar este loco? Pues, señoras y señores, mi Stompy.

Empecé a hacerla en aquel queridísimo viaje a Barcelona, cuyo report nunca consigo acabar porque siempre me falta algo que decir pero que nunca olvidaré, tanto por las personas con las que estuve como por todos los rincones de aquella ciudad [un saludo a Nana y su familia]. Con su ayuda y con la cabezonería propia de mi forma de ser, me traje para casa más de la mitad del mazo. Hemos pasado de un pedido de casi 20 euros a uno de casi 7, sin faltas, con side incluido y metiendo unas ostias descomunales. No voy a poner aquí la lista, ya que eso me lo reservo para cuando juegue este pequeño torneillo y haga su report [que aunque seamos 6 personas, habrá report] pero si que puedo decir que todo me trae unos recuerdos que hacen que jugar ese mazo sea aún más perfecto y divertido que jugar Vamps. Ya de por si tocar la caja, sus fundas o sus cartas hacen que me teletransporte un año atrás en el tiempo y disfrute de todos aquellos momentos una vez más.

Antes de seguir poniendome sentimentaloide y nostálgico, acabaré diciendo que, aún siendo un mazo fácil de jugar y sencillo de acabar, disfruto de él como un niño pequeño disfruta de una gominola. Lo bueno en este caso, es que esta no se gasta. ¿Adivinais que tierra llevo en el mazo? La alteración olvidada =)

Oxy

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